Melbourne, una de las ciudades más grandes de Australia y la más cosmopolita. Salpicada de arte urbana, y famosa por sus oferta culinaria. Con un clima bastante impredecible, es conocida por poder disfrutar en ella, en un solo día, de las cuatro estaciones. Así que coge el paraguas y el chubasquero, ¡pero también prepara un sitio para guardarlos! Con lugares tan icónicos como las casetas de la playa de St Kilda, y donde puedes visitar a los pingüinos urbanos del muelle. Además, es el lugar de acceso a una de las carreteras más bonitas que bordean la playa, la Great Ocean Road. ¡Te contamos que ver en Melboune y alrededores!
Nuestro Itinerario
Llegamos de Tasmania y visitamos Melbourne durante 6 días. El último día cogeremos un avión que nos llevará a nuestro último destino en Australia, Perth.
El primer día cogemos un coche para visitar Bells Beach y recorrer la Great Ocean Road. A la vuelta, visitamos St Kilda y el centro de Melbourne.

Cómo moverte por Melbourne
Llegamos en transporte público desde el aeropuerto internacional de Tullamarine hasta el centro de la ciudad, donde alquilamos un coche los dos primeros días para visitar la Great Ocean Road. El transporte público está muy bien, es bastante rápido y lo más económico (No es tan económico en otras ciudades de Australia como Gold Coast). Tienes que comprar una tarjeta, myki, que te sirve para utilizar el bus, el autobús y el tranvía. El aeropuerto está lejos de la ciudad, pero puedes llegar fácilmente en transporte público, primero en tren y después en tranvía. Además, en el centro de la ciudad, ¡hay una zona de tranvía gratuita!

Moverte por la ciudad en coche es posible pero ¡es una locura! Hay mucho tráfico. De todas formas, nos pareció la mejor opción para visitar la Great Ocean Road (Otra opción sería coger un tour). Además, alquilar un coche en Melbourne es barato.
Bells Beach
Al oeste de Melbourne y de camino a la Great Ocean Road, se encuentra esta famosa playa por celebrarse una de las pruebas del campeonato de la WSL más antiguas – Ril Curl Pro Bells Beach.
Las olas de esta playas son muy rápidas y largas. No tuvimos ocasión de disfrutar de uno de eses días, estaba muy ventoso y con vientos desfavorables. Pero las vistas son muy bonitas.

Seguimos la carretera hacia el oeste. Hay sitios muy bonitos donde pararse a hacer alguna pequeña ruta, rodeamos de mar, y también hacia el interior para ver alguna cascada. Paramos en Aireys Inlet y hacemos una pequeña ruta hasta el faro.
The Great Ocean Road
Paramos en el famoso arco conmemorativo que señaliza la entrada a la Great Ocean Road. ¿Sabías que es uno de los mayores monumentos a los soldados caídos en la I Guerra mundial? Esta carretera de 243 km fue construida por los soldados que volvieron de la guerra.

Seguimos la carretera tan bonita que bordea la costa. Cualquier lugar es bonito donde pararse, para acercarse a un mirador o adentrarse hacia el interior y caminar hacia alguna cascada. Paramos en Apollo Bay a comer unos noodes y seguimos la ruta.

Nos encontramos un poco de trafico en algún tramo donde están arreglando la carretera por algún derrumbamiento. También nos paramos a ver unos koalas que están comiendo en una rama que pasa casi por encima de la carretera.

Los 12 apóstoles
Casi al final de la Great Ocean Road se encuentra uno de los paisajes más icónicos de Australia, los 12 Apóstoles, en el parque nacional de Campbell. Unas impresionantes rocas en el medio del mar que se van erosionando y van formando arcos en su base.

Aunque es su origen había 12, 3 ya se han derrumbado por la erosión. Existen varios miradores desde donde observarlos. Es uno de esos lugares donde sientes la fuerza de la naturaleza y el océano.
¡Ten cuidado! Aunque no es frecuente, te podrás encontrar con serpientes venenosas por aquí.

Ese día paramos a dormir en un bonito camping con cabañas en Apollo Bay. Aunque intentamos no conducir de noche – Por la cantidad de vida salvaje, se fue la luz de camino. Y nos encontramos un bonito canguro en el medio de la carretera, que, como íbamos despacio, pudimos esquivar.

Las cabañas están muy bien, es lo más económico que pudimos encontrar. Aunque no disponen de edredones, nosotros llevamos – Desde Darwin – un saco de dormir.
Playa de Brighton y sus casetas de colores
Al día siguiente volvemos a Melbourne y nos acercamos a ver este bonito barrio de Melbourne, Brighton, conocido por sus casetas de colores – bathing Boxes. En sus orígenes, se construyeron como un lugar donde cambiarse y donde guardar las cosas de la playa. Ahora, estas icónicas casitas de madera también se utilizan como un lugar donde tomar algo a pie de playa. Eso sí, si quieres hacerte con una, ¡agárrate! Pueden valer tanto como un piso.

St Kilda y la colonia de pinguinos
Cerca de Brighton se encuentra la colonia de pingüinos en el barrio de St Kilda. Suelen salir al atardecer, y tienen unas vayas para que no se les moleste. ¿No son una monada?

Además, desde aquí, tendrás unas bonitas vistas al centro de la ciudad de Melbourne.
Melbourne CBD
Para ver el centro de Melbourne nos alojamos en el centro, en la Market Tabern – Un sitio que no te recomendamos. Hasta ahora nos habíamos quedado en backpackers bastante económicos y nos tuvimos problemas, pero este sitio estaba muy sucio y no era agradable. Pero la localización es buena para visitar la ciudad, y la verdad que el personal es bastante agradable.
Al lado está el marcado de Melbourne del Sur, con productos locales, y también hay bastantes restaurantes con todo tipo de comida. Nos hizo mucha gracia encontrar el ¡pulpo a la gallega!

En Melbourne tienes un montón de cosas que ver en la ciudad, ¡aprovecha para hacer un montón de cosas gratuitas!
- Moverte por el centro en tranvía, ¡es gratuito!
- Puedes pasear por las orillas del río Yarra,
- Hacer unas compras por la calle Collins,
- Pasea por la lujosa galería The block Arcade
- Perderte por una callejuela llena de arte urbano, como AC/DC lane o Hosier Lane.
- Visitar Chinatown
- Visitar los jardines Fizroy y la cabaña de Cook
- Ver la catedral de St Patrick
- Ver el parlamento
- Visitar los jardines Carlton
- Visitar la biblioteca



El jardín botánico y el Shrine of Remembrance
Mención a parte merece el jardín botánico de Melbourne, uno de los jardines más grandes y más famosos del mundo. Aquí podrás perderte caminando durante horas entre jardines paisajistas con especies que van, desde la selva australiana, hasta el jardín de las islas Canarias.

En la entrada del jardín se encuentra el Santuario del recuerdo – o The Shrine of Remembrance, uno de los mayores monumentos dedicados a los hombres y mujeres que sirvieron en la guerra. Es escenario de celebración del día ANZAC. En la cripta se encuentra un museo dedicado a la guerra mundial.
Sin duda, una ciudad que merece la pena visitar. Aunque si tuviéramos que quedarnos con algo, serían los magníficos 12 apóstoles, ¡nos han impresionado!